viernes, 9 de noviembre de 2012

París es siempre una buena idea.

Cuando mi  marido y yo nos planteamos dónde iríamos de luna de miel, barajamos distintas opciones. Viendo una noche Midnight in Paris, una muy recomendable película de Woody Allen, decidimos que nosotros  también iríamos a París, y aunque no pretendemos transportarnos a los locos años veinte pasada la media noche, es indudable que esta ciudad te transporta a otras épocas. Paseas por sus calles y las horas pasan sin darte cuenta y me ocurre que no hablo, simplemente observo y disfruto, y te emocionas, y te das cuenta por qué tantos y tantos artistas han tomado esta preciosa y única cuidad como fuente de inspiración. Aquí todo es bonito: la visión desde cualquiera de sus puentes no tiene comparación, las inmensas y perfectamente estructuradas avenidas repletas de árboles ahora teñidos de colores ocres, marrones y dorados, sus impresionantes edificios de estilo neoclásicos con sus tejados grises tan característicos, y los coquetos restaurantes con ese inconfundible aire parisino.  Y para qué hablar de las tiendas…tanto aquellas en las que jamás podré comprar como en las que sí podría… parecen que aquí en París son aun más bonitas, manteniendo su identidad están perfectamente integradas en la arquitectura de la ciudad. No he entrado en muchas, pero me ha bastado con observar sus fachadas. En fin, un tanto embriagada de belleza, voy a descansar un ratito junto a mi marido que yace  (cómo se nota que estoy inspirada… qué expresión!!!), leyendo un libro de esos sesudos que tanto le gustan.














 Todas las fotos realizadas por una servidora con nuestra nueva cámara...que estoy aprendiendo a utilizar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tal vez te interesa

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Blogging tips